Transformación Digital

Transformación Digital: guía completa con estrategias, herramientas y buenas prácticas

La transformación digital eleva el potencial de las empresas que comienzan a crear su base digital para construir un camino personalizado sobre pilares sólidos. Cómo garantizar valor y competitividad. 

 

Desde hace años se habla de Transformación Digital. Tanto es así que para muchas empresas la conciencia de tener que emprender un camino para modernizar las TI y los procesos está madura. Al mismo tiempo, sigue siendo difícil entender qué significa realmente la transformación digital y cómo puede implementarse de manera fructífera para las necesidades de cada uno. 

 

¿Qué es la Transformación Digital? 

Se entiende por Transformación Digital (o Digital Transformation) como la transformación digital de las empresas públicas y privadas, es decir, la aplicación de herramientas y tecnologías digitales para realizar el trabajo normal. 

 

Esto no significa insertar tecnologías en un mismo proceso de trabajo. 

 

La Transformación Digital implica un rediseño de procesos y debe ir acompañada de un camino de change management, para superar la resistencia normal de las personas al cambio. 

 

La Transformación Digital significa, por tanto, rediseñar los procesos, introducir la automatización (RPA Robotic Process Transformation), pero también desarrollar nuevos productos y servicios habilitados por la digitalización, con una tendencia creciente hacia la servitización (o Subscription Economy), con servicios de suscripción. 

 

¿Quién lidera el camino? 

Guiar este camino puede ser el CIO o una figura intermedia entre TI y el negocio, como el Digital Officer o el Marketing Technologist. 

 

Smart Working es un ejemplo de la Transformación Digital que se está produciendo en el mundo actual. La cuestión la representa el hecho de que lo digital es omnipresente: sabemos que la tecnología ayuda a innovar y hacer crecer los negocios y la competitividad, pero también introduce la complejidad de navegar en un mar de soluciones de TI y desarrollar estrategias eficientes sin enfocarse en el meta.

 

Cómo hacer la Transformación Digital en la empresa hoy 

Sin una evaluación de las iniciativas TI que se deben adoptar, una definición clara de los objetivos, el cálculo del impacto empresarial y las habilidades de gestión adecuadas no es fácil entender qué es exactamente la transformación digital. 

 

Los proyectos implementados demuestran que el enfoque de “boil-the-ocean» (la búsqueda de lo imposible) no funciona, mientras que las iniciativas planificadas y dirigidas a objetivos específicos tienen impactos positivos que son incluso más amplios de lo esperado. Esto es especialmente válido cuando se modifican procesos fundamentales, en un camino paso a paso que comienza desde procesos separados e inflexibles hasta una condición de agilidad permanente y generalizada. 

 

Las 3 dimensiones de la transformación digital 

La Transformación Digital se basa en tres componentes: personas, empresa, tecnología. Según un análisis de SAS, sólo la integración de estos componentes permite aprovechar plenamente los beneficios de la transformación digital de las empresas. 

 

Las empresas exitosas son aquellas capaces de cambiar de mentalidad, estrategias y cultura para mantenerse al día con las necesidades en constante cambio. Y pueden lograr resultados importantes como: digitalizar sus actividades y producir innovación centrada en el cliente y en la experiencia. 

 

Una empresa no solo es «digital» si utiliza tecnologías, sino que también piensa con la mentalidad del mundo digital, en el que tanto la forma de crear y ofrecer sus productos y servicios como la forma de trabajar y colaborar entre equipos son diferentes.  

 

En consecuencia, para cambiar, es necesario que algunas figuras de la empresa asuman un papel protagonista: ya sean ejecutivos, líderes de equipos o embajadores, es necesaria una actividad de gestión de la Transformación Digital. 

 

Los 7 pilares de la Transformación Digital 

Para iniciar y posibilitar con éxito la transformación digital de la empresa, es necesario adoptar un enfoque estratégico y tener en cuenta algunos elementos clave. Siete, en particular, son los más cruciales. 

 

Al integrar estos diferentes aspectos, la empresa podrá adaptarse al cambio, aprovechar las oportunidades que ofrece lo digital y mantener una ventaja competitiva en un mercado en constante evolución. 

 

  • Claridad de objetivos 

Evitar el riesgo de la transformación digital como un fin en sí mismo. Es fundamental definir objetivos claros y alineados con las necesidades estratégicas reales de la empresa, para maximizar los resultados. 

 

  • Cultura y habilidades

La Transformación Digital es un cambio cultural que requiere de la implicación y la participación activa de todos los miembros de la organización. 

 

Es importante estimular la formación continua, la comunicación efectiva y la difusión de habilidades digitales, promoviendo un entorno en el que el emprendimiento pueda prosperar. 

 

  • Desarrollo e incubación de ideas

Es crucial crear un proceso estructurado para el desarrollo y difusión de ideas innovadoras. 

 

Identificar las fases clave del viaje de las ideas, involucrando a las personas y funciones necesarias para hacerlas avanzar para asegurar así un flujo constante de innovación digital. 

 

  • Asignación de recursos financieros 

La disponibilidad de un presupuesto adecuado es fundamental para financiar proyectos de Transformación Digital. 

 

La inversión estratégica en las tecnologías y recursos necesarios apoyará y acelerará el proceso de transformación. 

 

  • Implicación de todas las funciones de la empresa

La Transformación Digital involucra todos los aspectos de la empresa. 

 

Es importante crear sinergias entre las diferentes funciones de la empresa, poniendo a disposición las herramientas y recursos necesarios para posibilitar y agilizar el proceso de innovación. 

 

  • Colaboración e Innovación Abierta 

Gestionar la transformación digital requiere un enfoque abierto y colaborativo. 

 

La coordinación de un ecosistema externo de actores, como socios, proveedores y nuevas empresas, puede aportar ideas y conocimientos complementarios, ayudando a superar los desafíos internos y acelerar la innovación. 

 

  • Medición del rendimiento digital 

La medición del desempeño es un aspecto crucial pero complejo de la Transformación Digital. 

 

Es necesario adoptar nuevos modelos de detección y evaluación de KPI de desempeño que tengan en cuenta las especificidades y dinámicas del mundo digital. 

 

¿Se trata sólo de fabricación? 

La transformación digital crea, de hecho, nuevas oportunidades de negocio, pero pone a las empresas nacidas en la era analógica al lado de operadores nativos digitales capaces de ofrecer servicios innovadores y experiencias de alta calidad, elevando las expectativas de los clientes y consumidores (incluidos los empleados). 

 

Como también escribió KPMG, “hoy lo digital es sinónimo de negocio” y, para tener éxito en un mundo cada vez más conectado, las organizaciones deben transformar sus modelos de negocio. 

 

Esta perspectiva deja claro que la transformación digital afecta a todas las empresas (así como, en general, a la economía y la sociedad). Involucra a todas las industrias y empresas de todos los tamaños, hasta profesionales. Los primeros en beneficiarse del cambio son todos los sectores que interactúan con un cliente, consumidor o usuario. 

 

Incluso los organismos públicos, como las administraciones municipales, las escuelas, los centros sanitarios, las empresas de transporte, entre otros, interactúan con un usuario final, el ciudadano. Y para ser más eficaces en el servicio ofrecido, para que los empleados trabajen mejor y ahorren dinero público, están llamados a abrazar la Transformación Digital como palanca de cambio. 

 

Una vez más combinando tecnología, cultura y voluntad empresarial y política. 

 

Ejemplos de transformaciones revolucionarias 

Hay muchas empresas que están cambiando su forma de hacer negocios y, en ocasiones, su propia apariencia, al igual que los casos de éxito que actúan como pioneros o modelos. 

 

Un ejemplo de transformación «revolucionaria» es el de los fabricantes de automóviles. Se trata de nuevo de empresas nacidas fuera del mundo digital que se están renovando tanto en los procesos internos (Industria 4.0), como en el producto final (cada vez más basado en software, automatización e IA) como en el tipo de oferta. 

 

Muchos se han aliado con empresas digitales que desarrollan software y servicios para el mundo del automóvil, como Apple y Google. En este sector también son cada vez más populares los showrooms digitales, donde no sólo se exponen coches, sino también servicios relacionados (que se pueden explorar en pantallas táctiles). 

 

Hasta simuladores de carreras para conductores (incluidos deportes electrónicos). Los pioneros de este cambio fueron fabricantes alemanes como Audi y Mercedes-Benz. 

 

La transformación digital en el Retail 

En tiempos de pandemia y auge del e-Commerce, no podemos olvidar el caso de éxito del Retail, cada vez más ligado a las plataformas de venta online y a la omnicanalidad. Este sector está adoptando tecnologías de realidad aumentada y virtual para tiendas físicas y web y otros enfoques digitales para conectar con el cliente y diseñar productos basados en la demanda. 

 

Una empresa minorista que ha emprendido el camino de la transformación digital es IKEA: una opción estratégica indispensable para un segmento tan «analógico» como el del mueble. También en este caso la realidad aumentada es un servicio innovador que mejora la experiencia de compra del cliente. 

 

Digital Transformation en los medios 

En los medios, un ejemplo puede aplicarse a todos: Disney. Desde el símbolo de los dibujos animados dibujados a mano hasta la compra de Pixar para su procesamiento digital y la plataforma de streaming Disney+, ahora el gigante del entretenimiento compite con un nativo digital como Netflix. 

 

En el sector alimentario, la marca Barilla inició en 2016 su Transformación Digital (“Barilla se vuelve digital”) que llevó al grupo hacia la integración entre el mundo online y offline. Entre las iniciativas se encuentran las de drive to store, campañas digitales destinadas a acercar a los clientes a la tienda gracias a la geolocalización. 

 

Qué se necesita para hacer la transformación digital 

Entonces, lo que se desprende es que llevar a cabo un proyecto de Transformación Digital no es nada sencillo. Sólo el 30% de las organizaciones (a nivel mundial y en todos los sectores) que luchan por la transformación digital están satisfechas con los resultados obtenidos, destacó McKinsey en un estudio. Y sólo el 16% informó que había mejorado concretamente el rendimiento y estaba preparado para gestionar nuevos cambios. 

 

Según las respuestas de las empresas entrevistadas, McKinsey elaboró una lista de 21 mejores prácticas que facilitan el éxito de los proyectos de Transformación Digital. 

 

Estas buenas prácticas se dividen en algunas categorías fundamentales: liderazgo, modernización de TI, cambio en la forma de trabajar de los empleados gracias a las herramientas digitales, comunicación transparente y generalizada hacia todos los departamentos para compartir y apoyar nuevas estrategias. 

 

El papel de las tecnologías de alta tecnología 

Un elemento distintivo de todos los proyectos exitosos de transformación digital es el uso de un gran número de soluciones de alta tecnología: servicios basados en la nube, tecnologías de Internet móvil, tecnologías web tradicionales, Big Data y arquitecturas relacionadas (como lagos de datos), Internet de las cosas, pensamiento de diseño, herramientas de inteligencia artificial, robótica (por ejemplo, automatización robótica de procesos o RPA), técnicas avanzadas de aprendizaje automático neuronal (como el aprendizaje profundo), tecnologías de realidad aumentada y fabricación aditiva (incluida la impresión 3D). 

 

La encuesta de McKinsey muestra que los ganadores de la Transformación Digital se benefician sobre todo del uso de las tecnologías más sofisticadas, como la IA, el IoT y el aprendizaje automático. Las tecnologías se apoyan en otros elementos, como directivos con conocimientos digitales y que actualizan las habilidades de los empleados. Pero el aumento de las «capacidades» tecnológicas es la base fundamental. 

 

Cómo crear una base sólida 

No es casualidad que también hablemos de la «Fundación Digital»: las bases digitales que subyacen a una modernización de TI exitosa. 

 

La Fundación Digital se construye a través de una implementación personalizada que pone la seguridad de los datos en el centro y permite cambiar y mejorar rápidamente el negocio con un resultado concreto y medible y una visión holística que incluye la cultura y las personas. 

 

El análisis realizado por expertos de DXC mostró que existen siete atributos clave compartidos por la mayoría de los parques de TI modernos: 

 

Adaptabilidad 

Las organizaciones que han modernizado sus equipos tecnológicos pueden cambiar rápidamente e innovar continuamente: los elementos que causan rigidez desaparecen en favor de otros nuevos que muchas veces están basados en la nube. Los activos TI siguen la lógica bajo demanda, según el consumo real, por lo que desaparecen los elementos vinculados a los activos fijos TI tradicionales. 

 

Velocidad 

Las plataformas y herramientas adecuadas, nuevas habilidades y modelos operativos, la automatización y los procesos eficientes permiten a las organizaciones acelerar la velocidad de ejecución de los procesos. 

 

Centralidad de datos 

La modernización de las tecnologías de la información permite superar la lógica de los silos y sacar a la luz información que antes estaba confinada en sistemas no comunicantes: el conocimiento de la organización se vuelve más profundo y es más fácil activar nuevos procesos de negocio. 

 

Análisis en profundidad 

Las organizaciones necesitan tener una visión general profunda y en tiempo real de sus actividades y operaciones. Con el apoyo de la minería de datos, el aprendizaje automático y el análisis predictivo, puede aprovechar de forma proactiva las oportunidades a medida que surgen, reducir costos e innovar.  

 

Con el tiempo, una organización también puede aprender de sus datos y utilizar ese conocimiento para optimizar las opciones comerciales y ofrecer nuevos productos y servicios. 

 

Colaboración y escalabilidad 

Los desarrolladores necesitan una plataforma para integrar y escalar rápidamente los servicios empresariales para crear valor empresarial real basado en conocimientos. 

 

Seguridad completa 

Los datos de misión crítica son demasiado importantes como para no protegerlos adecuadamente. En cambio, la seguridad debe ser parte de cada paso de la modernización de TI. Todos los datos están cifrados por seguridad y privacidad. 

 

Viabilidad económica 

La modernización de TI debe ofrecer un retorno de la inversión rápido y claro y posicionar a la empresa para una optimización continua. 

 

Obstáculos en el camino 

Luego, los análisis identificaron algunos obstáculos que a menudo obstaculizan la transformación digital, como la falta de escalabilidad de muchas soluciones, la ausencia de una plataforma unificada, una complejidad excesiva de los sistemas que no permite la integración con aplicaciones de misión crítica. la falta de talento o habilidades adecuadas, presupuestos insuficientes, la sobreabundancia de soluciones y aplicaciones que dificulta decidir cuál será la siguiente etapa del viaje digital. 

 

En este escenario, la nube se ha convertido en uno de los pilares sobre los que se asienta la transformación digital. Sin embargo, “no existe una solución única para la nube” y lo que funciona para una empresa no necesariamente funciona para otra; cada uno tendrá que evaluar su posible combinación entre nube pública, nube privada y centro de datos in situ, preparándose para la coexistencia de diferentes entornos y la gestión de arquitecturas híbridas y multinube, integrando tecnologías como la automatización inteligente, la analítica y la IA. 

 

La importancia de un enfoque multidisciplinario 

Después de todo, “los datos son el valor, la tecnología es el facilitador”. Un enfoque multidisciplinario también sirve para desencadenar un cambio cultural, permitir que las arquitecturas de TI hagan los datos más accesibles, mejorar el rendimiento del software y acelerar el trabajo de los desarrolladores. 

 

El objetivo sigue siendo mejorar la experiencia del cliente, ofrecer productos y servicios innovadores y mejorar la eficiencia y la productividad para satisfacer la demanda del mercado y estar siempre un paso por delante de la competencia. 

 

El papel del CIO en la empresa 

El papel del Director de Innovación es una parte integral de la Digital Foundation. 

 

El CIO debe construir un plan de negocios completo y exhaustivo y construir una estrategia de modernización de TI y adopción de la nube, recordando resaltar correctamente las principales necesidades a satisfacer. 

 

Entre los más importantes: mejorar la estrategia y alcanzar objetivos prioritarios para el negocio; reducir los costos operativos y liberar más recursos para la innovación; simplificar la TI en favor de operaciones ágiles, rápidas y flexibles que apuntan directamente a la creación de valor. 

 

Una vez aprobado el plan de negocio y asignado el presupuesto, el CIO puede dar un paso adelante en su estrategia, por ejemplo, desarrollando o contratando nuevos talentos digitales, apuntando a un cambio cultural generalizado y buscando la cooperación de terceros actores del ecosistema. 

 

¿Qué importancia tienen los líderes empresariales? 

Pero dado que la transformación digital es por naturaleza multifacética, no siempre es necesario un experto súper digital para liderar la renovación de TI. 

 

Un artículo publicado en Harvard Business Review observa que la transformación digital no consiste en un replanteamiento radical del negocio sino en comprender cómo utilizar las herramientas digitales para servir mejor a sus clientes. Para lograrlo, el liderazgo y el cambio organizacional son tan importantes como las tecnologías. 

 

El fracaso de los gurús digitales 

Contratar a un gurú digital externo para su estrategia de transformación resultó ser un fracaso en la mayoría de los casos (50) estudiados por HBR. El gurú digital es probablemente la persona adecuada para crear un negocio digital empezando desde cero. En una empresa con su propia actividad y legado en tecnologías y en la organización de tareas y valores compartidos, el gurú digital fracasa porque no puede interpretar con precisión la naturaleza de la empresa que tiene delante, sus equipos, sus clientes, su cultura. 

 

Por el contrario, los líderes internos sin mucha experiencia digital —pero están a cargo de iniciativas digitales— tienen un éxito del 80%, porque saben cómo funciona su empresa, entienden qué cambios organizacionales son necesarios y tienen relaciones con otros líderes y con otros. con equipos individuales. 

 

También entienden que hay elementos de tecnologías que conocen poco y por eso contratan talento digital para fortalecer el trabajo de sus equipos hacia la Transformación Digital. 

 

Aprende de aquellos que cometieron errores 

Si, como descubrió McKinsey, el 70% de las iniciativas de Transformación Digital no tienen éxito, es posible aprender de los errores de las empresas cuyos proyectos no funcionaron. Forbes ha recopilado algunos ejemplos (y también ha incluido las estadísticas más significativas sobre Transformación Digital en este enlace). 

 

La lección clave que se puede aprender de los proyectos que han salido mal es, una vez más, no buscar la luna. No se puede cambiar todo de inmediato: es necesario un enfoque estratégico en áreas definidas, la calidad importa más que la cantidad (esto es especialmente cierto para las grandes multinacionales). 

 

Otro error es no tener en cuenta lo que está haciendo la competencia y no evaluar dónde estamos respecto a nuestros competidores. A veces ya tenemos una fuerte ventaja competitiva con nuestros procesos y productos y cambiar sólo porque «hay que cambiar» no funciona. La transformación digital debe implementarse donde somos más débiles, teniendo en cuenta las estrategias internas y los factores externos. 

 

Por último, las iniciativas de transformación digital avanzan por etapas, pero en última instancia deben integrarse en toda la organización: no pueden limitarse a un departamento o a unas pocas operaciones. 

 

Cómo orientarse en la Transformación Digital: una guía de 5 puntos 

Incedo, empresa que brinda consultoría de alta tecnología, ha elaborado una pequeña guía de cinco puntos para navegar en el mar de la Transformación Digital. 

 

  1. El punto de partida es comprender cómo está cambiando la cadena de valor en su industria, quién es nuestro cliente y qué le ofrecemos. 
  2. Anclar la transformación digital a indicadores de desempeño (KPI) precisos; necesitas números en los que basar el viaje digital y mantenerte enfocado en tus objetivos. 
  3. Aprovechar los datos y el análisis lo son todo en la era digital. 
  4. Estudiar y gestionar todos los impactos en la organización (procesos, personas, habilidades, roles directivos…). 
  5. Finalmente, la Transformación Digital no es precisamente un Big Bang que lo cambia todo de la noche a la mañana. Es mejor centrarse en casos de uso específicos alineados con los objetivos de su organización donde podamos lograr éxitos rápidos más fácilmente y luego extender los proyectos de transformación al resto de la organización. 

Cuatro consejos para una transformación digital exitosa 

Según Greg Satell, autor del libro Cascades: How to Create a Movement that Drives Transformational Change (McGraw-Hill, 2019), algunas tácticas pueden brindar a los altos directivos una garantía de éxito para los proyectos de transformación digital en su organización. Las empresas deben centrarse en las personas antes que en la tecnología. 

 

El primer paso hacia el éxito de la Transformación Digital no es la tecnología en sí, sino comprender cómo la tecnología puede proporcionar nuevas herramientas para mejorar el trabajo, la productividad y la creatividad de las personas. Debemos preguntarnos hacia dónde queremos trasladar el valor, qué nuevas habilidades se necesitan, cómo la tecnología puede ayudar a mejorar la experiencia del cliente. 

 

El segundo elemento es establecer objetivos comerciales claros y centrarse en ellos, más que en la funcionalidad específica de la tecnología. 

 

El tercero es identificar el único cambio que puede servir como trampolín para una transformación digital que involucre gradualmente a toda la organización. Será una iniciativa que, aunque dentro de una visión total, se limita a algunas áreas u objetivos pero que es capaz de desencadenar nuevos proyectos más complejos. 

 

Finalmente, la Transformación Digital es un viaje, no un destino: por eso requiere una nueva cultura orientada a la flexibilidad, el dinamismo y la adaptación. El camino hacia el cambio nunca termina, no hay un punto de llegada. Sólo hay, siempre y otra vez, cambio. 

 

Las 7 tendencias de innovación 

Aquí hay un resumen de la lista principal de tendencias de transformación digital de ahora a los próximos años: TI como servicio (o computación en la nube), hiperconvergencia, CRM 4.0, gestión de la experiencia del cliente, BI, gestión de Big Data, IoT. 

 

IT as a Service  (Cloud Computing): imprescindible para la Transformación Digital 

Del Software as a Service, a la Infraestructura como Servicio; de la Plataforma como Servicio a la IT as a Service, la evolución del uso de los servicios TIC en modalidad on demand y pago por uso es el nuevo camino de la gestión más ilustrada para la transformación digital. 

 

Hoy la gestión lógica de las soluciones TIC ha llegado incluso al softwareDefined Data Center.  Esta arquitectura extiende conceptos de virtualización bien establecidos (como abstracción, agrupación y automatización) a todos los servicios y recursos del centro de datos. 

 

El desafío para los administradores de sistemas de información es mantener la gobernanza. ¿La razón? Con mucha frecuencia, las líneas de negocio pasan por alto el departamento de TI para abastecerse directamente de proveedores externos de servicios en la nube. 

 

En resumen, de la posesión de una tecnología se ha pasado al uso del servicio, a través de SLA adaptados a cada tipo de necesidad. La tarea de los ejecutivos es pensar en el tipo de contratos y en los proveedores más competentes, equilibrando recursos y economía según horizontes de planificación de corto, mediano y largo plazo. 

 

Hiperconvergencia 

La cuestión de la gobernanza es, por definición, control. La cuestión fundamental es que sólo se puede gobernar si se tiene una supervisión clara: 

 

  • del hardware instalado (fijo y móvil, físico o virtual, interno o en la nube), del software (desde el software de gestión hasta las aplicaciones, desde el middleware hasta las soluciones de monitorización y control) y de los recursos que sirven a la gestión de las TIC (redes cableadas y no cableadas, Soluciones Wi-Fi, sensores). 
  • de los costes relacionados con las actividades necesarias de mantenimiento y actualización. 
  • Riesgos relacionados con mal funcionamiento, anomalías y vulnerabilidades de los sistemas (seguridad interna y externa). 

 

La inteligencia de la gobernanza ciertamente no reside en las actualizaciones o la compra de nuevas soluciones de hardware. Hoy, la gobernanza es saber aunar automatización, estandarización, consolidación, virtualización y nube con un único objetivo: crear una arquitectura de soporte empresarial extremadamente ágil, confiable, de alto rendimiento y segura, de la forma más sencilla posible y en poco tiempo. 

 

El futuro está en la hiperconvergencia, es decir, un método de control que, a través de un único tablero centralizado, ayuda a equilibrar y gestionar el poder, la inteligencia, la memoria, el espacio, la energía, los dispositivos, las arquitecturas y las operaciones, salvaguardando la seguridad y las políticas de manera coordinada y rápida, porque se puede solucionar con sólo unos pocos clics. Las herramientas ya están disponibles: aprender a elegirlas pronto será imprescindible. 

 

Gestión semántica de las relaciones con los clientes o CRM 4.0 

Poner al cliente en el centro de todo fue la forma de desarrollar el negocio que se necesita cuando realmente se necesita. Pero las TIC también han transformado a los empleados y colaboradores de las empresas en clientes: como usuarios de servicios diversificados, de hecho, todos nos hemos convertido en usuarios, cada uno con necesidades específicas. 

 

El plan de gobernanza en el ámbito de la transformación digital se ha ampliado significativamente a través de múltiples horizontes de desarrollo y escucha. El fortalecimiento de las relaciones ligadas a los nuevos avances en la Web, la llegada de las redes sociales y la gestión de la tecnología móvil que ha solucionado parcialmente el problema de la brecha digital nos ha hecho a todos conectados y comunicándonos 24×7. 

 

Esto ha abierto el campo a otros servicios asociados a geolocalización, interacción, asistencia remota, marketing de proximidad, Comunicación Unificada y Colaboración. 

 

Gestión de la experiencia del cliente 

Desde Customer Relationship Management (CRM) al Customer Experience Management (CEM). Las pantallas táctiles de los teléfonos móviles y el universo de las aplicaciones ayudan a las empresas a establecer relaciones más sólidas con sus usuarios, canalizando flujos de información más eficaces. Además, poseen funcionales que, por un lado, favorecen mejor la productividad individual y, por otro, ayudan a seguir los comportamientos y necesita alinear mejor los servicios y, en general, la oferta (no es casualidad que los ERP corporativos hayan integrado módulos cada vez más sofisticados y diversificados sobre la gestión de múltiples niveles de relación, desde las redes sociales hasta la gestión de la movilidad). 

 

El conocimiento implícito que las empresas han intentado interceptar durante años ahora ha sido sistematizado gracias a las nuevas soluciones de comunicación. Están altamente integrados y logran estudiar la experiencia y la comunicación en las redes sociales y los distintos sistemas de mensajería de forma monitorizada y estructurada hasta el punto de gestionar incluso el análisis de sentimientos, para un verdadero CRM 4.0. No es una duda: será una estrategia decisiva en el tablero empresarial para la transformación digital. 

 

Business Intelligence  

Informatizar procesos significa, en definitiva, automatizar y sistematizar procedimientos, pudiendo así gestionar mejor la información asociada. La historia de la digitalización corresponde al creciente número de procesos que la empresa ha informatizado para optimizar costes y agilizar la gestión, mejorando la eficiencia y eficacia de los procedimientos.  

 

Lo que pretendía ser una simplificación ha traído consigo una heterogeneidad tecnológica, que ha generado y genera volúmenes y volúmenes de datos que, para ser utilizados, deben organizarse según nuevas lógicas de archivo, búsqueda y acceso. 

 

El problema es que la innovación digital ha traído flujos de datos estructurados junto con flujos aún no estructurados. Aunque los sistemas de Business Intelligence son cada vez más sofisticados y eficaces, todavía hay mucha información que debe entenderse, organizarse y transmitirse según lógicas de agregación más funcionales para respaldar la gobernanza (esto se aplica a cualquier sector: desde el juego hasta la atención sanitaria).  

 

Los arquitectos de datos (asesorados por académicos y expertos en consultoría) aún no existen en las empresas, pero gestionar Business Analytics para orquestar la gobernanza de cantidades crecientes de información debe convertirse en una de las actividades principales de las empresas.  

 

Por tanto, si ayer el Business Intelligence era una forma tecnológica dedicada más a la agregación y visualización de datos según criterios finales, hoy el desarrollo de algoritmos, bases de datos y sistemas de consulta permite un BI evolucionado con un soporte extremadamente más dinámico y proactivo. 

 

Big Data Management 

Big Data Management no es un problema de hardware o software. Es siempre y en todo caso una cuestión de visión e inversiones encaminadas a convertir el Big Data en Smart Data, transformándolos en acciones estratégicas para el negocio. El Decision Support System (Sistema de Apoyo a la Decisión) hoy puede adaptarse para ser predictivo y, por lo tanto, incluso más rápido que la dinámica del mercado. 

 

Internet of Things y la ‘smartificación’ de los objetos 

Hoy ya no son solo los PC los que nos conectan con el mundo de la información y de los servicios. Están llegando tablets, tótems interactivos, tarjetas inteligentes, ropa inteligente y gafas o relojes inteligentes.  

 

Las aplicaciones e infraestructuras construidas en torno a una inteligencia cada vez más ubicua y omnipresente están madurando a la velocidad de la luz. El Internet de las cosas se está consolidando: las ciudades inteligentes utilizan sensores avanzados para monitorear la humedad, el tráfico, la temperatura, la energía y el acceso. 

 

En las empresas, GPS, acelerómetros, sensores, actuadores, códigos inteligentes y etiquetas RFID están diseñando cadenas de suministro para que los productos estén cada vez más conectados y comunicados.  

 

El seguimiento y la trazabilidad ofrecen mejores garantías no sólo de una mayor eficiencia logística, sino también de protección de los productos frente al mercado gris y la falsificación, haciendo que el consumidor final esté más informado, pero también más seguro con respecto a lo que consume.  

 

La ‘smartificación’ de los objetos está revelando nuevas formas de interactuar y relacionarse con una alta tasa de conexión para una continuidad empresarial a prueba de errores. Lo que es indiscutible es que el diseño de negocio en el IoT cambia radicalmente. 

 

Gobernanza de la IoT 

Para la gobernanza, el Internet de las cosas significa aprender a pensar con antelación y no cometer los errores de la compartimentación tecnológica (falta de integración) o del proteccionismo excesivo, encaminado a excluir en lugar de pensar en la convergencia y la capitalización de los recursos (BYOD ha enseñado a las empresas que es mejor explotar la inteligencia de los usuarios, que intentar en vano contrarrestarla).  

 

Cada objeto inteligente se convierte así en un punto de contacto que, según el nivel de inteligencia con el que esté equipado (etiqueta RFID/NFC o todo un sistema operativo, ya sea iOS, Android o Windows), abre el camino a nuevos horizontes de servicios. Incluso en este frente, las empresas no pueden quedar desprevenidas: los objetos comunicantes deben resolverse en todos los aspectos:  seguridad, acceso a la información, diseño, interacción, pero también integración con el ecosistema digital compuesto por otros objetos inteligentes y comunicantes.